sábado, 30 de mayo de 2009

-Para, ya estás suficientemente adentro, me haces daño, te he dicho que vayas con cuidado.

-No te quejes, aguanta un poco más, aún no he llegado.






Al final el clavo se salió con la suya y consiguió quedar colgado, sostiendo el marco de una foto que mostraba la esplenderosa juventud de la pared sobre la que ahora estaba suspendido. Era una historia de amor que nadie, ni ellos mismos jamas entendería. Como todas.


No hay comentarios:

Licencia de Creative Commons
This obra by Mayte Cantero is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.