lunes, 28 de febrero de 2011

Lavanda.

Barcelona, Joan Brossa




En Barcelona empieza a llover
un poco de lavanda
para tanta noche enrojecida
ofrecen paraguas en las plazas
(o plazas en paraguas, no veo bien)
sálvame
(no me salves)
Lavanda para las noches enrojecidas,

la esquina se derrite
en mil lenguas desconocidas
mientras sorbes lluvia con café
sólo necesito
lavanda para calmar la noche enrojecida
Barcelona llora el lunes
por su vulgaridad
Yo lloro
la falta de lavanda para esta noche enrojecida

domingo, 13 de febrero de 2011

Los perros románticos



Tenían veinte años
y eran cínicos
habían perdido una patria
pero no habían encontrado otra

Y la luna les inquiría
"¿Qué haréis, aprendices de escépticos,
sobreexplotados
sobrealimentados,
sobreviajados,
sobrebibliografiados,
sobreinterconectados?"

Tenían viente años
y tenían uñas
pero nunca las usarían.
Ningún sueño cubría ningún vacío.

"¿Qué haréis en el pulmón gris
de no-futuro metropolitano?
-continuaba increpando la luna-
Vendrá el mercado con sus leyes y tendrá vuestros ojos"

Y ellos, con veinte años, uñas y cinismo, asentían.


domingo, 6 de febrero de 2011

per un tros del teu cos o da-sein

El olvido está tan lleno de meoria
que a veces no caben las remembranzas
y hay que tirar rencores por la borda
en el fondo, el olvido es un gran simulacro







los precipicios
pueden hallarse lejos
o en uno mismo





Mario Benedetti. "Como los puentes levadizos" En Arte Poética (1965-1966)

jueves, 3 de febrero de 2011

bapatean bakarrik geunden Bartzelonako hiribide luzeenean
bapatean gau guztien gauaren bukaeran geunden
bapatean bere bizitza marraztu zidan
segituan ezabarazi egin nion
segituan isiltasuna
segituan
...
..
.

martes, 1 de febrero de 2011

Lucía

Así es su vida: lucha para lograr despertarse a la hora, llega el mediodía y la luz toca los edificios de Barcelona
Come, bebe, sonríe y fuma en cantidades muy variables dependiendo de su mundo interior.
Se propone metas, las borra, propone nuevas metas, las abandona.
Le gusta la noche, pero no la lluvia. La lluvia le recuerda al norte. En el norte el gris atrapa, duele. En Barcelona también hay tedio, pero aquí la gente lo señala y lo nombra. En el norte la gente habla de política para no hablar del tedio.
Ella cree en el azul y en el blanco.
Le encantaría tatuarse la luz del mediterráneo en la espalda.
No le gusta el naranja.
Su vida es así: se cree trascendental o con una fuerza creativa arrolladora y luego nada, se queda dormida a deshoras en el sofá.

Tiene buenos amigos.

La vida (la de Lucía) gravita entre la levedad de su burbuja económico-afectiva y el brutal peso de la culpabilidad y los mensajes que no llegan.
Se queja constantemente.
Le gusta el azul eléctrico.

Y también los hombresconsombrero y la chicadelosojosazules.

El triunfo de lo normal, la tiranía de la gloriosa imperfección. La vida es así, dice el aita de la chicadelosojosazules. El triunfo de lo cotidiano. Lucía sabe que se sabe emocionar porque cosas así la emocionan.

Aunque a veces cree en la apatía.

Su vida es una cuerda tendida al cinismo o a la locura.

Aunque a veces duda si su vida es así y si realmente ella es Lucía.

Lo último que me mandó redactar fue que ella creía que toda literatura es, par force, biografía reformulada, al fin y al cabo sólo vivimos una vida aunque inventemos varias. Dependiendo del grado de afección se suele cocinar, dice, poesía (alto grado de locura) o novela (mejor estado mental). Nunca creyó en el gris

y mira que yo le he teorizado mil veces del fin de los dualismos que limitan y encarcelan.

Por último, hay dos cosas que sé de buena mano que le vuelven loca, la hacen rabiar y llorar de amargura y de placer: el lenguaje y las ciudades.
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