Come, bebe, sonríe y fuma en cantidades muy variables dependiendo de su mundo interior.
Se propone metas, las borra, propone nuevas metas, las abandona.
Le gusta la noche, pero no la lluvia. La lluvia le recuerda al norte. En el norte el gris atrapa, duele. En Barcelona también hay tedio, pero aquí la gente lo señala y lo nombra. En el norte la gente habla de política para no hablar del tedio.
Ella cree en el azul y en el blanco.
Le encantaría tatuarse la luz del mediterráneo en la espalda.
No le gusta el naranja.
Su vida es así: se cree trascendental o con una fuerza creativa arrolladora y luego nada, se queda dormida a deshoras en el sofá.
Tiene buenos amigos.
La vida (la de Lucía) gravita entre la levedad de su burbuja económico-afectiva y el brutal peso de la culpabilidad y los mensajes que no llegan.
Se queja constantemente.
Le gusta el azul eléctrico.
Y también los hombresconsombrero y la chicadelosojosazules.
El triunfo de lo normal, la tiranía de la gloriosa imperfección. La vida es así, dice el aita de la chicadelosojosazules. El triunfo de lo cotidiano. Lucía sabe que se sabe emocionar porque cosas así la emocionan.
Aunque a veces cree en la apatía.
Su vida es una cuerda tendida al cinismo o a la locura.
Aunque a veces duda si su vida es así y si realmente ella es Lucía.
Lo último que me mandó redactar fue que ella creía que toda literatura es, par force, biografía reformulada, al fin y al cabo sólo vivimos una vida aunque inventemos varias. Dependiendo del grado de afección se suele cocinar, dice, poesía (alto grado de locura) o novela (mejor estado mental). Nunca creyó en el gris
y mira que yo le he teorizado mil veces del fin de los dualismos que limitan y encarcelan.
Por último, hay dos cosas que sé de buena mano que le vuelven loca, la hacen rabiar y llorar de amargura y de placer: el lenguaje y las ciudades.
3 comentarios:
me encanta que haya vuelto Lucia por estos lares...
Yo no la conocía, pero estoy encantada de hacerlo. Supongo que sí, que todo son biografías, ajenas o propias, propias o ajenas, dónde esta la línea que las separa, a saber...
Un tremendo placer pasarse por aquí... Un beso bien gordo
luzía dibuja
ciudades de arena
con lápices azul ultramar.
qué buena.
bonuit,
g.
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